Por Luis Quinteros, director International Line
La industria logística en Chile ha experimentado una transformación significativa, impulsada principalmente por la globalización, el aumento del comercio electrónico y la necesidad de cadenas de suministro más eficientes y resilientes. Esta evolución se ha caracterizado por una mayor integración de tecnologías avanzadas, como la digitalización de procesos, la implementación de sistemas de gestión de transporte y soluciones de rastreo y localización en tiempo real. Además, ha habido un enfoque creciente en la sostenibilidad, con iniciativas orientadas a reducir la huella de carbono del transporte y la logística. Porque la adopción de tecnologías de información para automatizar procesos y mejorar la eficiencia operativa ha sido crucial. La implementación de sistemas ERP ha optimizado la gestión de inventarios y la planificación de rutas, mientras que la expansión y modernización de puertos y mejoras en la red de carreteras y ferrocarriles han facilitado el flujo eficiente de mercancías.
Es de público conocimiento que la incorporación de prácticas sostenibles en la logística, incluyendo transporte más limpio y eficiencia energética, ha ganado relevancia, respondiendo a la demanda global por operaciones más verdes. La creciente integración de servicios logísticos ofrece hoy soluciones end-to-end, marcando un antes y un después en la forma de operar, aumentando la competitividad y eficiencia. Hay acuerdo que para incrementar la eficiencia en los procesos de logística no solo se deben concentrar esfuerzos en la modernización tecnológica, sino también en la gestión de recursos humanos y la expansión de servicios. La atención oportuna al cliente es clave para el éxito. Es fundamental invertir en el desarrollo de habilidades y conocimientos del capital humano, asegurando una adaptación efectiva a las nuevas tecnologías y procesos. Además, es necesario revisar y optimizar continuamente los procesos operativos para incrementar la eficiencia, reducir costos y diversificar los servicios para cubrir más eslabones de la cadena de suministro, incluyendo servicios aduaneros, almacenamiento y distribución.
Mirando hacia el futuro, existen varias acciones para hacer de la logística integral una pieza aún más relevante dentro del quehacer nacional: innovación continua, tanto en tecnología como en servicios; sostenibilidad ampliada de proveedores y socios; colaboración y alianzas entre empresas, instituciones gubernamentales y educativas; y el desarrollo de estrategias que aumenten la adaptabilidad y resiliencia de la cadena de suministro ante desafíos globales como pandemias, cambios geopolíticos y desastres naturales.
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