• Las cifras son alarmantes y generan preocupación en la comunidad médica, puesto que, de los 340 casos al año en Chile, un 15% de los casos de ahogamientos corresponden a niños menores de 15 años, y un 80% de éstos son varones. La Dra. Eva Seferen, pediatra de Clínica Los Leones, explica que los niños son los grupos de mayor riesgo, por ello la prevención es vital.

 

La Calera, enero de 2023.- El verano es sinónimo de calor, diversión, vacaciones y piscinas. Estas últimas son un punto de reunión, de juegos para grandes y chicos, pero también son causa de accidentes que pueden tener graves consecuencias. En Chile, se producen alrededor de 340 ahogamientos al año, por este motivo, es importante saber cómo evitar situaciones de riesgo y qué hacer frente a ellas.

 

La asfixia por inmersión es la principal causa de muerte en menores de 4 años. Como causa de muerte dentro de accidentes es la segunda causa, siendo la primera los accidentes automovilísticos. Las piscinas particulares son uno de los lugares más comunes donde se producen estos accidentes. El tratamiento oportuno iniciado en el lugar del accidente seguido por la atención de personal capacitado es muy importante para disminuir la morbilidad y mortalidad.

 

Las cifras son alarmantes, puesto que un 15% de los casos de ahogamientos corresponden a niños menores de 15 años, y un 80% son varones. “La edad es uno de los principales factores de riesgo, vinculados en general a lapsos de inatención en la supervisión de un niño, por lo cual para evitarlo es fundamental, la vigilancia continua por un adulto responsable, como también la instalación de barreras que restrinjan el acceso al agua”, señala la Dra. Eva Seferen, pediatra de Clínica Los Leones.

 

La especialista explica que “si la persona afectada no recibe atención médica o maniobra de primeros auxilios en los primeros 5 minutos, se aumenta fuertemente el riesgo de complicaciones neurológicas y, en el peor de los casos, la muerte. Por esta razón es fundamental actuar rápidamente desde el sitio del accidente y mantener la calma en todo momento”.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, la asfixia por inmersión es la tercera causa de muerte en el mundo. Por este motivo fallecen más de 360 mil personas al año, de las cuales la mitad tienen menos de 15 años, y donde la mayoría sabía nadar.

 

Ante esto, la Dra. Seferen indica que, al enfrentarse a este tipo de accidentes, lo principal es rescatar a la persona del agua, colocarlo en una superficie plana y dura, además de evaluar si ésta respira en forma espontánea. “Si es así, se recomienda ponerla de lado y cubrirla para evitar el enfriamiento. Por el contrario, si la persona está inconsciente o no se palpa el pulso, no debe perder tiempo y se debe colocar boca arriba e iniciar reanimación cardiopulmonar (RCP), de inmediato. Mientras se activa el sistema de emergencias”.

El RCP se debe realizar con 30 compresiones a la altura del pecho, seguidas de 2 ventilaciones (respiración boca a boca, o en el caso de los más pequeños boca a nariz–boca). Luego de 2 minutos, repetir este ciclo. Esto se debe realizar hasta que llegue personal capacitado,

 

PREVENCIÓN EN PISCINAS

 

Para evitar que sucedan accidentes acuáticos, la especialista de Clínica Los Leones recomienda considerar las siguientes acciones:

 

  • En el entorno de la piscina es aconsejable que se instale una reja que mida más de 120 centímetros de alto y que no tenga una separación entre barrotes mayor a los 12 centímetros. Evita que los niños puedan pasar sobre o entre ellos.

 

  • Siempre mantenerse alerta y vigilando a los niños que estén jugando en las cercanías de una piscina, nunca descuidarlos.

 

  • Se debe evitar el uso de bicicletas, triciclos, andadores en las cercanías de una piscina.

 

  • Lo ideal sería que los niños estén familiarizados con el agua desde pequeños, que sepan flotar y nadar son acciones que les permitirán mantenerse más seguros cuando se estén bañando.

 

  • De acuerdo a las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría, es recién a partir de los 4 años cuando los niños desarrollan habilidades neuromusculares adecuadas para flotar. Asistir tempranamente a clases de natación no garantiza la supervivencia de un menor ante una emergencia.

 

  • Cuida que tus hijos no corran ni jueguen en la orilla de la piscina, ya que pueden perder el equilibrio y caer al agua. Se debe evitar acciones riesgosas como bombitas o piqueros, son de alto riesgo y pueden provocar accidentes.

 

  • Debemos procurar que los niños utilicen equipos de flotación adecuados según su tamaño y peso. Evitar el uso de alitas, ya que no son chalecos salvavidas.

 

 

 

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