Según los registros de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas, se han vendido 191.201 motos nuevas en Chile desde el año 2020 hasta la fecha. La mayoría de estas motocicletas se utilizan en entornos urbanos. Este crecimiento en el uso de vehículos de dos y también de 4 ruedas plantea la necesidad de repensar la planificación urbana y establecer leyes que fomenten la coexistencia de todos los medios de transporte, al tiempo que alivien la congestión y mejoren la calidad de vida tanto para peatones como para conductores de motos y autos.
Naciones Unidas es tajante en su proyección sobre urbanización mundial: si hoy el 55% de la población vive y trabaja en núcleos urbanos, en 2050 lo harán cerca de dos tercios, ante esta realidad la ANIM, a través de su presidente ejecutivo Cristián Reitze afirma “Se vuelve urgente preparar a Chile para tal aglomeración y seguir ejemplos exitosos como los de Europa donde se incluyan medios de transporte menos contaminantes y más eficientes en espacios céntricos determinados de las ciudades” afirman desde la ANIM.
Según el registro de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas, la venta de motos nuevas en Chile de enero a junio 2024 arrojó la comercialización de 12.343 unidades, en tanto durante mes de junio se vendieron 1.617 unidades. En el desglose de estos 30 días, 1.438 unidades corresponden a motos urbanas, mientras que 116 son las denominadas de competición y 63 cuadriciclos todo terreno (ATV+UTV). En cuanto al total de unidades comercializadas en términos geográficos, el primer lugar se sitúa en la Región Metropolitana, seguido por un 65,9% en Coquimbo, un 4,7 % en Biobío, 4,0% Valparaíso entre los principales.
La popularidad de este medio de transporte en Chile, según los expertos, ha crecido debido a varios factores. Las congestiones vehiculares y el alza en el precio del combustible las convierten en una alternativa muy atractiva para quienes buscan movilidad urbana sin sacrificar tiempo ni dinero extra. Por otra parte, lo económico de su mantención y compra serían otros de los elementos muy relevantes. “Las motos, gracias a que sus motores son más eficientes, pueden recorrer más kilómetros por menos dinero. Por ejemplo, llenar un estanque de un SUV tiene un valor aprox de $70.000, por su parte llenar el estanque de una motocicleta urbana de 150 cc tiene un valor de $15.000”, mencionan desde la ANIM.
Siguiendo con los beneficios económicos de este medio, desde el gremio mencionan “Al momento de comprar, es posible encontrar modelos homologados desde el millón de pesos. Además, las personas no saben que la motocicleta es más económica a la hora de circular por autopistas concesionadas. Por ejemplo, en el caso del TAG, cuentan con descuentos de un 50%”, así lo afirman desde la ANIM. Por último, en términos medioambientales este transporte surge como una opción viable en periodos de preemergencia y emergencia ambiental, en las ciudades. Un reciente análisis de IQAir, empresa suiza de tecnología de calidad del aire, posiciona a la capital chilena entre las más contaminadas del planeta.
Considerando los beneficios de las dos ruedas, desde la ANIM destacan la necesidad de implementar políticas públicas que mejoren la infraestructura urbana en las ciudades de Chile y que considere transportes eficientes para descongestionar las vías, reducir la contaminación ambiental, donde la convivencia vial siempre esté en el centro de la conversación. En ese sentido desde la ANIM agregan “Por ejemplo desde Barcelona, aparecen propuestas eficientes en zonas denominadas como las supermanzanas, en donde las motos circulen por el exterior de los barrios y esté prohibida la circulación de vehículos, excepto los esenciales, cuya velocidad no puede superar los 10 kilómetros por hora. De esta manera, se consigue liberar hasta el tráfico del área y crear espacio pensado para los ciudadanos y el territorio verde”
En esta misma línea el año 2023 Barcelona aprobó el Plan Estratégico para la Moto, dentro del Pacto para la Movilidad, cuyo objetivo fue fomentar el uso de este medio y la seguridad de sus usuarios, siendo la segunda ciudad europea con más motos por habitante (177,25 por cada 1.000), después de Roma. Este plan consideró 43 medidas destinadas a compatibilizar el uso de ese vehículo con los peatones y el resto de los medios de transporte, mejorando la seguridad. Entre las medidas destacan, duplicar las plazas de estacionamientos en calzada, llegando a 100.000 e incentivar el uso de aparcamientos subterráneos con tarifas reducidas.
Para fomentar el uso de la moto con foco en la convivencia vial y estimular la buena conducta de los usuarios, el departamento Barcelona planteó establecer incentivos para todos aquellos conductores que en un tiempo determinado no hayan cometido infracciones. Para evitar aumentar el índice de accidentabilidad, en cuanto a las calles en concreto, se buscó poner énfasis en el nivelado de las tapas de alcantarilla y otros elementos metálicos en la calzada, así como en su recubrimiento con materiales antideslizantes.
“Hacemos un llamado a observar las políticas públicas y desarrollo urbano de las grandes urbes a nivel mundial como Barcelona, París e incluso Roma, se trata de ciudades con amplia experiencia en el uso de la motocicleta y que han implementado mejoras para una buena convivencia y la utilización de un medio con grandes beneficios” menciona Cristián Reitze, presidente ejecutivo de ANIM.
Equipo Prensa
Portal Prensa Eventos