Por Paolo Bessolo, especialista de ITQ latam
El monitoreo de redes entrega la información necesaria para que los administradores de redes puedan determinar, en tiempo real, si una red está funcionando de manera óptima o no o si está siendo víctima de un ciberataque.
En la actualidad, los desafíos en este ámbito incluyen:
- Visibilidad de la red: Detectar y monitorear los dispositivos en la red del cliente, especialmente en entornos de red cada vez más complejos.
- Solución de problemas remotos: Solucionar los problemas de red, independientemente de la ubicación del cliente, es un reto importante.
- Reparación automática de fallos: Automatizar tareas como la resolución de fallos L1.
- Visualización y segregación de los datos de rendimiento de red por cliente: Tener una visibilidad detallada sobre todas las redes de clientes de forma simultánea.
- Personalización: Crear soluciones de monitoreo personalizadas específicas para las necesidades del cliente.
- Escalabilidad: Escalar los servicios sin sacrificar la funcionalidad es otro desafío importante.
- Identificar las interfaces Ethernet críticas: Seleccionar cuidadosamente una herramienta que pueda simplificar la identificación de las interfaces Ethernet críticas.
- Identificar la causa raíz de los fallos de red: Es necesario seleccionar cuidadosamente una herramienta que pueda simplificar la identificación de la causa raíz de los fallos.
Estos desafíos se deben a la creciente complejidad de las redes, la necesidad de mantener una alta disponibilidad y rendimiento, la necesidad de monitorear entornos híbridos que combinan infraestructuras locales y en la nube, la protección frente a amenazas de seguridad cada vez más sofisticadas y la gestión eficiente del ancho de banda para garantizar un rendimiento óptimo de la red.
Por lo tanto, es crucial seleccionar la herramienta de monitoreo de red adecuada que pueda abordar estos desafíos de manera efectiva.
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