El 18 de julio de 1992 se subió la primera fotografía a internet, que mostró la imagen de un grupo musical formado por trabajadoras del CERN (Centro Europeo para la Investigación Nuclear o Laboratorio Europeo de Física de Partículas Elementales), lo que dio paso a una de las actividades más habituales y populares por parte de los usuarios de internet.
Ese grupo, que hacía actuaciones musicales en fiestas y encuentros de amigos, no hacía otra cosa que parodias de canciones en que la física estaba siempre presente. Antes de uno de sus conciertos fue cuando Silvano de Gennaro, un desarrollador de IT en el CERN, tomó la foto que se convertiría en la primera que se envió por internet.
El creador de la World Wide Web (www), Tim Berners Lee, tuvo la idea de subir la foto a la nueva red. Sus colegas se mostraron extrañados porque en esos momentos internet estaba compuesto exclusivamente de texto y sólo lo utilizaban físicos. “Será divertido”, les dijo.
Dos décadas después de ese momento, nadie puede rebatir la idea de Berners Lee. No sólo por lo divertida, sino por lo visionario de su ingenio.
En la actualidad, el sentido de divulgación y creatividad de subir fotos a internet, mediado por las redes sociales, se ha transformado no sólo en un divertimento para millones de personas en el mundo. También es un negocio rentable para personas y empresas alrededor del mundo.
Como nunca, el adagio de que una imagen vale más que mil palabras es tan real como certero. Hoy por hoy los consumidores tienen altas expectativas sobre los productos, especialmente los que se venden en ecommerces, gracias al fácil acceso a estas herramientas. Todo a través de fotografías.
La foto hace diferente a un producto o distingue a una persona. Pero sobre todo, las imágenes deben conquistar a quien quiera que las vea.
El mayor colaborador de las fotografías ha sido el teléfono, que con un simple acto genera el fotograma que buscará una interacción con usuarios. Desde las preocupaciones por protección de derechos o una buena imagen para vender un bien o servicio, las fotografías en internet se han transformado en algo tan habitual que no nos detenemos en su implicancia.
En esta conmemoración, ponemos en valor la relevancia de la fotografía y su interacción en internet como un elemento que, por masivo, desconoce sus orígenes. Una sencilla idea pudo transformarse en una actividad masiva que democratiza muchos aspectos vinculados a la web. No importa el valor del teléfono: cada persona que acceda a un dispositivo tiene la potestad de sacar y subir fotografías para lo que necesite. Y eso, en estos días, es uno de los momentos más libres y democráticos que la tecnología pueda entregar.
Equipo Prensa
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