- La industria de la cosmética fue una de las más afectadas en la pandemia por el uso de las mascarillas, según EAE Business School.
Santiago, octubre de 2022. En un mundo donde cada vez más aumentan las tendencias de “consumo sostenible” se ha convertido en conversación constante las envolturas de las diferentes industrias, vale la pena resaltar que el packaging no deja de ser la “ropa” del producto, pero cuando las empresas empiezan a priorizar las necesidades y preferencias de sus públicos, empiezan a implementar opciones sostenibles, más responsable con el medio ambiente.
Una de las industrias que más han implementado estás acciones es la de la cosmética. A pesar de ser uno de los sectores más afectados por la pandemia, por el uso de las mascarillas, según EAE Business School en su estudio del lujo, en el 2021, el incremento de sus ventas fue de +14,3% vs 2020, quedando a menos de 7 puntos de alcanzar el nivel de 2019. Los países que más consumieron productos cosméticos en el 2020 son Japón, quien ocupa el primer puesto con un gasto de 269,50 euros al año, seguido de Estados Unidos, Reino Unido, Arabia Saudí, según Statista.
La industria de la belleza y los cosméticos ha empezado a trabajar comprometidamente en mejorar sus prácticas, no sólo en cuanto a testeo en animales, que ha sido un gran debate durante la última década, sino también, en sus componentes de envolturas.
Para Bethlem Boronat, profesora del máster en Liderazgo en Sostenibilidad y RSC de EAE Business School, al principio las marcas parecían seducidas por los empaques teóricamente ecológicos, y el producto les importaba poco. En la actualidad vemos un enfoque del marketing de los productos más sostenible, con unos empaques más dudosos, centrados en el concepto, de reciclado (poco demostrable) o de reciclable (que pone la responsabilidad medioambiental en el cliente final y no en tanto en la empresa productora).
“Creo que el mayor reto es dejar de pensar en el packaging solo como el vestuario del producto y diseñar productos que tengan un bajo impacto y que, en lugar de hacer responsable de ese impacto al usuario, lo hagan corresponsablemente desde la marca. Una buena idea son los productos rellenables, siempre que se rellenen en fuentes o depósitos, no requiere un nuevo packaging. La compra de productos a granel, en la que el cliente decida dónde guardar su producto, es una buena opción, ya que permiten, por ejemplo, compras de producto de mayor volumen, en el caso de una familia. Y desde luego, no solo empaques responsables, sino productos realmente responsables, que cuiden el entorno y al cliente, que no estén pensados para desarrollar adicción al uso, que inviten al uso responsable y que sean totalmente biodegradables” asegura Bethlem Boronat, de EAE Business School.
Vale la pena resaltar que las nuevas generaciones de consumidores han representado un factor importante en que las empresas empiecen a considerar las exigencias de un abordaje más sostenible y responsable con el medio ambiente, especialmente, cuando se empieza a popularizar el concepto de microplástico en los océanos.
Sin embargo, para Boronat el packaging sostenible es un elemento que se presta greenwashing, pero a qué hace referencia este término, “es la falsa difusión de que un producto, un servicio, una empresa o una institución utiliza prácticas respetuosas con el medio ambiente o la salud en su fabricación, producción, embalaje u otras ofertas y operaciones”. Son entonces productos envasados en botes reutilizables, de cristal o en cartón que en realidad contienen microplásticos altamente contaminantes.
Un buen ejemplo de estas prácticas en la industria de la cosmética poco explorada es el Do-it-yourself, en la que el producto se ofrece por ingredientes, es decir, cada usuario puede personalizar su producto sin necesidad de que haya enormes producciones del mismo. “Con esta práctica las empresas pueden transportar y mezclar en empaques bellos, altamente duraderos, que sirvan una y otra vez. Creando así productos diferentes (champús, mascarillas, hidratantes…) reduciendo dramáticamente la utilización de empaques de un solo uso. Esto responde a reducir el impacto, genera una mayor adaptabilidad y variedad casi ilimitada porque los usuarios de cosmética no suelen ser demasiado fieles a sus productos” concluye Boronat.
SOBRE EAE BUSINESS SCHOOL
EAE Business School es una escuela de negocios internacional, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, con una visión de vanguardia e innovadora para abordar los retos del siglo XXI. Más de 80.000 alumnos de más de 100 nacionalidades diferentes se han formado en EAE. Cuenta con un claustro de 500 docentes (35% internacionales) que, en su mayoría, combinan su actividad profesional con la académica. La escuela tiene alianzas internacionales con instituciones de prestigio como Babson College, London School of Economics o U.C Berkeley, entre otras.
En su compromiso con el desarrollo profesional de sus alumnos, EAE Business School ha gestionado este año más de 2.000 ofertas de empleo, gracias una red de empresas colaboradoras. Estos datos han permitido que EAE aumente la tasa de inserción de sus estudiantes y el ROI de sus másteres, por lo que ha sido reconocida en los rankings internacionales Bloomberg y QS.
Planeta Formación y Universidades, la red internacional de educación superior de Grupo Planeta, cuenta con veintidós instituciones educativas en España, Andorra, Francia, Italia, Norte de África, Estados Unidos y Colombia. Cada año más de 100.000 estudiantes procedentes de 114 nacionalidades distintas, se forman a través de sus escuelas de negocios, universidades, escuelas superiores especializadas y centros de formación profesional.
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