Tomas Silva Ebensperger, Chief Artifitial Intelligence Officer en In Motion
Las empresas tecnológicas enfrentan actualmente un dilema al buscar mantenerse competitivas en el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA). La necesidad de integrar herramientas de IA avanzadas para ofrecer servicios más innovadores y eficientes puede llevar a un cambio significativo en su posicionamiento y en la percepción de su identidad de marca. Porque aquellas que históricamente han defendido la privacidad y la seguridad de los datos de sus usuarios pueden encontrarse en una posición contradictoria al asociarse con entidades cuya reputación en el manejo de datos es cuestionable.
La integración de tecnologías de IA que requieren acceso a una gran cantidad de datos personales plantea serias inquietudes respecto de la privacidad y la seguridad de la información. Aunque estas empresas pueden prometer nuevos estándares de privacidad y asegurar que los datos solo se utilizan para cumplir con las solicitudes del usuario sin ser almacenados, persisten dudas acerca de la efectividad de estas protecciones.
La percepción pública puede cambiar drásticamente cuando una empresa, conocida por su firme postura en la protección de datos, se alinea con entidades que operan bajo principios diferentes. Este cambio de dirección, impulsado por la necesidad de participar en el rápido avance de la IA, puede resultar en una pérdida de confianza entre los usuarios. Es crucial, entonces, que estas empresas encuentren un equilibrio entre la innovación y la privacidad para mantener su reputación y la confianza de sus clientes.
La adaptación a las nuevas demandas tecnológicas no debe sacrificar los principios fundamentales que han definido la identidad de la marca. Las empresas deben ser transparentes acerca de cómo se gestionan los datos y asegurar a los usuarios que su privacidad sigue siendo una prioridad, incluso en un entorno cada vez más dominado por la Inteligencia Artificial.
Por ello, ante la grave atención por el riesgo reputacional, los líderes tecnológicos se han visto forzados a crear opciones de opt-out para que la data ingresada por los usuarios no sea usada en el entrenamiento de modelos de IA. Es crucial que los usuarios se eduquen e investiguen si las soluciones de inteligencia artificial generativa que utilizan ofrecen esta opción. Al hacerlo, pueden tomar decisiones informadas y proteger mejor su privacidad en un mundo cada vez más dominado por la IA. www.grupoinmotion.com
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