- Entre los derechos que habrá que adaptar señalan los de intimidad, identidad y seguridad
La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha reunido en el marco del Observatorio de Derechos Digitales (www.derechosdigitales.gob.es) a destacados científicos, juristas y directivos de empresas tecnológicas para reflexionar sobre los retos de las tecnologías cuánticas para los derechos digitales en un momento crucial tras años de investigación.
Moderado por José Vda, profesor titular de Derecho Administrativo de UC·M, el seminario congregó a Luis Enrique García, Catedrático de Teoría de la Señal y Comunicaciones de la UC3M; Jesús Ángel García, director I+D y Universidad de INDRA; Enrique Sánchez Bautista, jefe de la Oficina del EU Quantum Flagship, y Tomás de la Quadra-Salcedo, catedrático emérito de Derecho Administrativo de la Carlos III de Madrid. Un seminario moderado por José Vida, profesor titular Derecho Administrativo de UC3M.
Durante el seminario, se hizo presente que las tecnologías cuánticas están llamadas a transformar el mundo tal como lo conocemos. Pero ¿qué son exactamente? Para entenderlo, primero hay que referirse mínimamente al universo de la física cuántica, esa rama de la ciencia que estudia los fenómenos más diminutos de la naturaleza, tales como las partículas (entre ellos, átomos o fotones). En el mundo de esas pequeñas partículas ocurren cosas imperceptibles a los sentidos de los seres humanos, como, por ejemplo, que una misma partícula pueda estar en dos estados al mismo tiempo (lo que se llama superposición), o dos partículas pueden «entrelazarse» de tal forma que, si cambiamos una, automáticamente cambia la otra, aunque estén separadas por millones de kilómetros.
Estos principios, que durante siglos fueron solo teóricos, hoy ya pueden observarse y manipularse gracias a los avances tecnológicos. Enrique Sánchez Bautista, jefe de la oficina de la UE del grupo de investigación y estrategia Quantum Flagship, enumeró algunas de las aplicaciones como ordenadores cuánticos capaces de resolver problemas millones de veces más rápido que los actuales, y sistemas de comunicación ultra seguros, donde cualquier intento de hackeo o interceptación puede detectarse de inmediato, especialmente indicados para usos gubernamentales o militares.
En el lado de los riesgos, los científicos reunidos por la Carlos III alertaron de que las tecnologías cuánticas también podrían romper los sistemas actuales de encriptación, poniendo en riesgo la información alojada en esos dispositivos.
No obstante, el catedrático de Teoría de la Señal y Comunicaciones, Luis Enrique García, afirmó que “no hay que tener miedo a esta tecnología”, pero sí adaptar determinados derechos como la protección de datos y la seguridad, además de crear un marco regulatorio para la computación cuántica. “La seguridad de los sistemas de información y la privacidad de los datos se vuelven críticos en la era cuántica”, explicó. Para proteger la información de eventuales ataques de la computación cuántica, “es necesario desarrollar y adoptar algoritmos de criptografía resistentes a estos ataques”. En cuanto a las organizaciones, deben reevaluar sus estrategias de protección de datos y adoptar protocolos de ciberseguridad modernos.
En esta línea, ante la futura regulación europea los participantes en el seminario coincidieron en que el reto primordial es prepararse. No se trata de prohibir o frenar el avance —como quienes en su día se opusieron a la máquina de vapor—, sino de construir marcos legales flexibles, capaces de adaptarse a un desarrollo lleno de incógnitas. Las experiencias recientes con la regulación de la inteligencia artificial nos han enseñado que las normas deben prever tanto las oportunidades como los riesgos.
Durante el seminario se abordó, asimismo, la conexión de estas tecnologías con nuestros derechos digitales, que son aquellas garantías que protegen a las personas en el entorno digital: la privacidad, la confidencialidad y la protección de datos, entre otros.
Según explicó el catedrático Tomás De la Quadra-Salcedo, “las tecnologías cuánticas, al potenciar enormemente la capacidad tecnológica, pueden generar tanto beneficios como riesgos para los derechos digitales”. Ante esta situación, se mostró partidario de precaver los riesgos, con la dificultad, indicó, de que ni siquiera los científicos cuánticos conocen aún todas las consecuencias y detalles de esta tecnología. En términos de regulación, abogó por “una respuesta que permita el desarrollo y una regulación muy flexible”, en la línea de la nueva tendencia hacia el “softw law”, con una apelación a valores y principios, introduciendo en la propia ciencia la obligación de precaver los riesgos que pueden producirse.
El representante de Quantum Flagship se mostró a favor de “asegurar líneas de desarrollo y financiación” y de la prevención ante posibles brechas de seguridad. En este sentido, auguró que “la legislación de hoy no lo contempla, pero llegará un momento en que los sensores cuánticos serán tan sensibles que habrá que regular en términos de privacidad”.
Jesús Ángel García, director de I+D de Indra, abogó igualmente por una regulación, aunque en estos momentos no haya un conocimiento exacto de por dónde puede venir la principal amenaza. Esa regulación permitirá, en otras cuestiones, la existencia de aseguradoras para afrontar determinados riesgos, como sucede en el caso de los drones.
Aunque se anticipan retos y riesgos, De la Quadra-Salcedo recordó que las personas no están solas frente a estos desafíos, pues cuentan con instituciones, agencias y organismos públicos que tienen la misión de defender nuestros derechos en este nuevo escenario. El derecho, por tanto, debe mantenerse atento a los problemas que vendrán, así como también a las soluciones y beneficios que estas tecnologías traerán consigo.
Esta jornada de debate forma parte del Convenio para promover la implementación de la Carta de Derechos Digitales, cuyo objetivo es adaptar los derechos existentes en el ámbito físico a los desafíos tecnológicos, asegurando su cumplimiento y fortaleciendo la democracia en la transformación digital. Dicho convenio es una iniciativa público-privada impulsada por Red.es, entidad adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.
Esta acción se ha realizado al amparo del Convenio suscrito entre Red.es, entidad adscrita al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública y la Universidad Carlos III de Madrid para el impulso a la implementación de la Carta de Derechos Digitales, en el ámbito Derechos de los nuevos entornos digitales: Inteligencia Artificial, Neurotecnologías y Metaverso.