Aunque todas las industrias presentan características y necesidades distintas a la hora de gestionar su cadena de suministros, hay dos atributos de las empresas que quizás vuelvan gravitante la opción de la externalización del transporte: plazo y complejidad.

Para el Gerente de Proyectos de Artisa, Julio Romero Cautivo, externalizar el transporte tiene una importante ventaja: desestresar una industria de por sí compleja. “Un buen transportista representa una solución en términos operativos, administrativos y de seguridad; a su vez, es un aliado en competitividad por su eficiencia y menores costos”, detalla.

Así, por ejemplo, en servicios de corta duración, no es atractivo comprar camiones para que prontamente no tengan ocupación. Descansar en un transportista que ya cuente con los equipos, conductores y el know how de las operaciones y la gestión de la seguridad ocupacional es tremendamente valioso y económicamente conveniente, dado que, por parte de la empresa de transportes, existe por naturaleza un alto nivel de ocupación de los camiones, producto de la diversificación de uso con clientes alternativos.

“En el rubro de la minería, por ejemplo, si bien los plazos de los proyectos son extensos, la administración es tan compleja que aventurarse además en la actividad del transporte conlleva restar atención al core del negocio, lo que es un despropósito y trae una desventaja competitiva doble: no sacar el máximo potencial del negocio principal por estar prestando atención simultánea a más de un negocio a la vez; y  no alcanzar la eficiencia de las compañías que respiran transporte 24/7 desde hace años”, explica el especialista.

En ese escenario, es importante tener presente que existen atributos comunes en los segmentos que un transportista atiende. Internamente, se debe identificar el cumplimiento de la producción y continuidad operacional, la seguridad, la innovación y el vínculo con las comunidades; los que están asociados a clientes del sector minero principalmente.

Por su parte, para aquellos clientes con cargas más delicadas y con una frecuencia de servicio más bien variable, se incluye el buen estado de la carga, la flexibilidad y respuesta ante desviaciones, cumplimientos de tiempos y, por supuesto, la seguridad en todo momento, que es un atributo inexorable y transversal para todo servicio.

Por último, Julio Romero entrega algunos consejos para tener una buena experiencia en este ámbito:

  • Es una buena práctica darse el tiempo de conocer cara a cara al transportista, saber de su experiencia real, escuchar acerca de sus valores, su relación con sus trabajadores y resultados en materia de seguridad.
  • Luego de respaldar su trayectoria, ya de cara a las licitaciones, poner atención en su propuesta técnica, su nivel de planificación y diseño de operaciones, la calidad profesional del organigrama que administrará el servicio, los equipos y tecnología propuesta para dar trazabilidad operativa y prevención de riesgos. 
  • También poner atención a los planes preventivos para controlar los riegos operativos y su compromiso con la mejora continua.

“Las áreas de abastecimiento corporativo han alcanzado un nivel robusto de evaluación de servicios y selección de proveedores; y han reconocido la importancia de la ponderación de la calidad técnica con las tarifas del servicio, no siendo estas últimas el único atributo a evaluar, sino que uno (muy importante) dentro de una evaluación integral y responsable”, destaca el gerente.

https://www.transportesartisa.cl/

 

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