El Año Nuevo Chino, conocido como el Festival de la Primavera, es una de las celebraciones más significativas en China y otros países asiáticos. En 2025, comenzará el 29 de enero, dando inicio al Año de la Serpiente. Durante este periodo, que se extiende por más de dos semanas, millones de personas viajan a sus lugares de origen, paralizando temporalmente fábricas, oficinas gubernamentales y empresas.
China, que aporta un 31,5% del PIB mundial, lidera las exportaciones globales y es el segundo mayor importador del mundo. Este evento, por tanto, no solo afecta la economía local, sino que tiene un impacto directo en mercados internacionales como el chileno, dado que el gigante asiático es el principal socio comercial de nuestro país.
Impacto en el comercio chileno
En 2023, las exportaciones chilenas no cobre y no litio a China alcanzaron los US$ 6.626 millones entre enero y septiembre, con un aumento del 12,3% respecto al mismo periodo del año anterior, según datos de ProChile. China también se consolidó como el principal destino de las exportaciones chilenas en el primer trimestre de 2024, con un acumulado de US$ 3.618 millones, lo que representa un incremento del 8,4% en comparación con el mismo periodo de 2023.
Productos como frutas frescas, celulosa y productos agroindustriales destacan entre los envíos nacionales. De hecho, Chile se posicionó como el segundo mayor proveedor de frutas frescas para China en 2022, alcanzando cifras récord en este rubro. Estas cifras reflejan la relevancia de China para la economía chilena, pero también evidencian los riesgos logísticos durante el Año Nuevo Chino.
Repercusiones para Chile
- Interrupciones en la producción: las fábricas chinas cesan operaciones, afectando la disponibilidad de productos esenciales en sectores clave como tecnología y maquinaria.
- Congestión portuaria: los puertos chilenos que reciben productos desde China suelen enfrentar retrasos significativos debido a la acumulación de envíos antes y después de las festividades.
- Aumento de costos logísticos: durante las semanas previas al cierre, los fletes marítimos y aéreos se encarecen debido a la alta demanda.
- Retorno lento a la normalidad: los envíos pendientes tardan en procesarse tras el reinicio de actividades, afectando el flujo comercial.
Recomendaciones para el mercado chileno
Tomás Schulze, Business Development Executive de KLog.co, destaca la importancia de prepararse con anticipación:
- Planificar pedidos con anticipación: coordinar envíos con proveedores chinos para evitar quiebres de stock en los meses posteriores.
- Gestión de Inventarios: mantener un stock suficiente para cubrir las necesidades durante el período crítico.
- Diversificación de proveedores: buscar alternativas en mercados como India o el Sudeste Asiático para reducir riesgos asociados a la dependencia de China.
- Monitoreo en tiempo real: implementar herramientas tecnológicas para tener visibilidad de las operaciones logísticas y detectar posibles retrasos.
El rol de las herramientas tecnológicas
KLog.co destaca que el uso de plataformas digitales permite a las empresas chilenas rastrear embarques en tiempo real, planificar rutas logísticas y adaptarse rápidamente a cambios en el cronograma. Esto resulta crítico para mitigar el impacto de las paralizaciones en China y garantizar la continuidad del negocio.
En conclusión, el Año Nuevo Chino 2025 no solo es un evento cultural significativo, sino también un desafío logístico para el comercio internacional y chileno. Una preparación adecuada, basada en estrategias proactivas y el uso de tecnología, puede ayudar a minimizar los efectos de esta paralización global y mantener la competitividad de las empresas en un entorno dinámico y demandante.
Equipo Prensa
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