• El uso de estos dispositivos aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, entre otras patologías, sobre todo si se consumen desde la adolescencia, explicó la académica de la UTalca, Kerly Cubillan Pedrañez.

 

La utilización de vapeadores está lejos de ser inofensivo para la salud, a pesar de que se ofrezcan en el mercado como la mejor alternativa para dejar el cigarrillo tradicional. Así lo explicó la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Talca, Kerly Cubillan Pedrañez, quien explicó que “el cigarrillo electrónico contiene varias sustancias químicas, dentro de las más notables está la nicotina, y, por ende, el hecho de utilizarlos nos predispone a los efectos adversos que produce a nivel sistémico”.

La especialista en medicina interna alertó que, “a nivel cardiovascular, es donde más impacto tiene el uso de estos dispositivos, porque ocasiona daño endotelial, que va de la mano de patologías crónicas como hipertensión arterial y mayor riesgo de arteriosclerosis”.

La profesional añadió que en el caso de los adolescentes que utilizan vapers, “a los 30 años pueden tener un riesgo cardiovascular como el de una persona muchísimo mayor, ya que, se ven sometidos a la nicotina desde muy temprana edad”.

La académica también indicó que existen asociaciones entre el uso de cigarrillo electrónico y las patologías bucales como las caries, y, a nivel pulmonar, exacerbación en el Asma, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y la Neumonía Lipoidea.

Impacto en la salud mental

Desde el punto de vista psicológico, la especialista resaltó que existen diversos riesgos especialmente en los adolescentes, quienes están en un proceso de maduración, de consolidación de ideas y de creencias.

“La nicotina es una sustancia química altamente adictiva que, a nivel cerebral, estimula ciertos receptores que nos van a hacer sentir como en un estado de bienestar y, si la persona toma la decisión abrupta de dejar de utilizarlo, comenzarán a aparecer síntomas de abstinencia como el insomnio, nerviosismo, agitación y hasta la necesidad de ingerir alimentos de forma compulsiva para tratar de reemplazar el bienestar que entregaba el vaper”, agregó.

El insomnio, según detalló Cubillan, es un síntoma central en este cuadro de adicción, ya que, “si no puedo descansar, no puedo dormir, voy a estar al día siguiente con todas las toxinas neuroquímicas en niveles superiores a lo habitual y mi cerebro, me va a pedir que vuelva a consumir, porque de esa manera estos síntomas van a desaparecer”.

Rol de la familia y prevención

El rol de la familia en este ámbito es fundamental. Sin embargo, la profesora de la UTalca alertó que “los padres desconocen los efectos nocivos que tiene el uso de estos dispositivos y pueden apoyar su consumo, porque hay más repudio hacia el cigarrillo tradicional, pensando que este otro carece de efectos adversos, pero está demostrado la cantidad de complicaciones que trae su uso”. 

La especialista ahondó en estrategias para evitar el uso de este dispositivo como la consolidación de “hábitos saludables, propiciando la alimentación sana, la actividad deportiva y dándonos espacio para meditar, recrearnos, reír, compartir, porque eso nos va a alejar de cualquier sustancia nociva o adictiva que pueda estar en nuestro entorno”.

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