Por Milflen Torres, jefe de infraestructura y ciberseguridad en ITQ Latam
El plan anunciado por el gobierno, sin duda, tiene una relevancia directa en el mediano y corto plazo, además de la oportunidad directa de nuevos Data Center, clave para aumentar la ruta de conectividades del país.
En efecto, todo plan de implementación de tecnología es positivo para la sociedad y la comunidad en la que se circunscriban las nuevas ubicaciones de los Data Centers.
Sin duda, el impacto directo inicial es el empleo en el proceso de la construcción, generando una economía circular por las adecuaciones en los accesos a estos Data Centers. Ello, para su conectividad a la columna vertebral (backbone), mediante accesos de fibra óptica redundantes.
Estos trabajos propios de la construcción permitirán que empresas proveedoras de servicios hogar (FTTx) puedan habilitar en paralelo a estas obras puntos de presencia (POPs) que aumentan la factibilidad para la captación de nuevos clientes.
Por ello, adquiere relevancia para el sector privado considerar estas coberturas en los puntos de habilitación de estos nuevos Data Centers.
No obstante, hay desafíos técnicos. Entre los más significativos, está la propia construcción y la integración técnica con las capacidades y redundancias para una capacidad proyectada de largo plazo que, junto al incremento exponencial de demanda de acceso a datos, será un reto no menor para la operación de estos nuevos puntos de presencia de Data Center.
Asimismo, también habrá que enfrentar y considerar los desafíos medioambientales, como sistemas de respaldo verde, manejo de residuos por uso de baterías y generación con elementos de combustión que cuiden en el medio ambiente.
Con todo, el plan es clave para consolidar a Chile como un hub digital.
Equipo Prensa
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