Por Álex Cabrera, CEO de Prevsis
Sin duda, una de las mayores incógnitas para la dirección de las organizaciones y en particular la Gerencia de Seguridad y Salud en el Trabajo es, si se puede predecir cuándo y dónde podría ocurrir un accidente.
Lamentablemente, hoy no es posible afirmar con certeza esto, debido a que la cantidad y tipo de información, al igual que un flujo continuo de datos, no es suficiente y no está conectada a este gran “tubo de información continua” para su análisis.
No obstante, para ilustrar cómo la IA puede ser aplicada en la SST, consideremos una fábrica moderna. La mayoría de las máquinas están equipadas con sensores que recopilan datos sobre su funcionamiento, la calidad de los productos y las condiciones de seguridad. Un sistema de IA podría analizar estos datos en tiempo real, identificar patrones y detectar anomalías antes de que ocurran accidentes. Además, los sistemas de IA pueden prever fallos mecánicos y programar mantenimientos preventivos para evitar cualquier tipo de incidente.
La IA también puede ser sumamente valiosa en la detección de riesgos laborales. Por ejemplo, podría analizar datos históricos de accidentes laborales y determinar qué situaciones o comportamientos suelen desencadenar incidentes y accidentes. De esa manera, las empresas pueden poner en marcha acciones preventivas y mejorar la formación de las personas. Adicionalmente, los sistemas conectados a una IA pueden analizar la forma en que se realizan las tareas, sugiriendo modificaciones en los procesos de trabajo para minimizar los riesgos.
La IA tiene el potencial de ayudar en la SST de varias maneras en la reclasificación de eventos de seguridad, evaluación del análisis causal, analizar imágenes para identificar peligros y evaluar los riesgos, auditar y validar automáticamente la calidad de la información o evidencia, revisar también automáticamente la documentación y crear programas de trabajo seguros, entre otros.
Ciertamente, existen varios desafíos que no deben ser subestimados, como encontrar un equilibrio y equidad para evitar exacerbar desigualdades y usar la IA de manera consciente y justa. Por ejemplo, si la IA se utiliza para supervisar el desempeño de los empleados ¿se usará esta información para apoyar o penalizar a los trabajadores? ¿cómo se garantiza que la IA no reproduzca ni amplifique los sesgos existentes en la gestión de la SST?
La IA tiene un gran potencial para mejorar la SST. Puede ayudarnos a prevenir accidentes, mejorar la formación y fomentar el bienestar en el trabajo. Sin embargo, también presenta desafíos que deben ser abordados con responsabilidad y transparencia. Como con cualquier herramienta, la clave es utilizar la IA de manera que refuerce la seguridad y la salud de las personas.
El futuro de la SST está indudablemente vinculado con la IA y a medida que exploramos este nuevo horizonte, nuestro objetivo debe ser utilizar la tecnología para hacer del entorno de trabajo un lugar más seguro, saludable y humano.
Equipo Prensa
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