- El Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicios de Alimentos, nos invita a reflexionar sobre una problemática de proporciones gigantescas que, a menudo, subestimamos: el desperdicio alimentario. Desde mi perspectiva, la magnitud de este problema es alarmante, tanto a nivel global como regional. Un tercio de los alimentos producidos en el mundo nunca llega a ser consumido, lo que no solo representa una pérdida económica, sino también un derroche inaceptable de recursos vitales como agua, energía y trabajo humano. Más allá de las cifras, este fenómeno agrava la inseguridad alimentaria y contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero, impactando directamente en el cambio climático.
En Chile, la situación es particularmente crítica. Las estadísticas nos obligan a mirar de frente una realidad que va más allá de los números fríos; se trata de personas que podrían tener acceso a esos alimentos y de un sistema que necesita ser repensado.
Es en este contexto donde la participación de empresas como Mondelēz International se vuelve fundamental. Como parte directa de la cadena productiva, las empresas de alimentos tenemos una responsabilidad ineludible. En Mondelēz International, hemos asumido este compromiso adoptando buenas prácticas que buscan minimizar, e idealmente eliminar, las pérdidas y desperdicios. Ser parte de la solución no es una opción, sino una obligación para avanzar hacia sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes.
Nuestras políticas y estrategias globales están firmemente ancladas en la eficiencia en cada etapa de nuestros procesos productivos. Contamos con indicadores de sostenibilidad que se monitorean diariamente, estableciendo metas cada vez más desafiantes en la reducción del food waste. El objetivo es claro: optimizar el uso de recursos y materias primas, garantizando que cada paso de la cadena productiva sea más eficiente y sostenible.
Mirando hacia el futuro, nuestra meta para los próximos 5 años es clara: continuar reduciendo de manera progresiva el food waste, fortaleciendo la cultura de eficiencia y sostenibilidad en todas nuestras operaciones. Queremos que cada año represente un avance tangible en este compromiso global.
Finalmente, el mensaje que me gustaría transmitir a consumidores y otros actores de la cadena de valor en este Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicios de Alimentos es que todos podemos ser parte del cambio. En Chile, donde una gran cantidad de los alimentos se pierden, pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia: consumir de manera consciente, evitar generar residuos innecesarios y buscar formas de recuperar o reaprovechar los alimentos. Si actuamos juntos, podremos transformar esta realidad y avanzar hacia un futuro más sostenible. El desperdicio alimentario es un problema complejo, pero con un compromiso colectivo y acciones decididas, podemos construir un futuro donde cada alimento cumpla su propósito.