La muestra, que estará abierta entre el 10 de septiembre y el 20 de noviembre en Espacio Arte del Centro Cívico de Lo Barnechea, invita a recorrer la historia nacional a través de pequeños relatos tallados en madera policromada realizados por el artista Zerreitug, quien además es vecino de la comuna desde hace 50 años y recientemente fue declarado como hijo ilustre de Lo Barnechea.

Cualquier persona que ha circulado por museos o algunas de las estaciones icónicas del Metro de Santiago se ha topado -quizás sin saberlo-, con las obras del artista chileno Rodolfo Gutiérrez, más conocido como Zerreitug. Sus dioramas tallados en madera de pino insigne representan desde gestas heroicas de la historia de Chile hasta escenas de la vida cotidiana del pasado y oficios tradicionales que dieron forma a nuestra cultura popular. Están, por ejemplo, la fundación de Santiago, el primer vuelo en Chile o el Abrazo de Maipú, junto a escenas íntimas como una escuela rural, un pescador o un afilador de cuchillos.

Un diorama es una representación tridimensional en miniatura de una escena, paisaje, evento histórico o hábitat natural. “En los que elaboro se muestran las grandes hazañas de nuestros héroes, pero también esos actores secundarios que participan desde lo cotidiano y que nos hacen sentirnos presentes en ese momento”, explica Zerreitug.

Y en septiembre, mes de la patria, la Corporación Cultural de Lo Barnechea buscará rescatar ese valor de la identidad nacional con la exposición “El alma de Chile: Zerreitug”, una selección de las obras del artista que permitirá al público conocer de manera gratuita la magia detrás de sus escenas y figuras policromadas.

La muestra se desplegará en vitrinas que facilitarán un recorrido íntimo por cada pieza, incorporando además dibujos, herramientas y figuras en proceso de creación que muestran el oficio detrás de la obra. Todo esto se complementa con material gráfico y audiovisual que contextualiza los trabajos de Zerreitug.

Alejandra Valdés, directora ejecutiva de la Corporación Cultural Lo Barnechea, explica que la iniciativa se enmarca en el propósito de entregar experiencias culturales significativas a las personas y rescatar el patrimonio local. “El Alma de Chile tallada por Zerreitug es una invitación a recorrer Chile con la mirada y el corazón. Nuestra historia más cotidiana y profunda se deja ver en estas pequeñas esculturas que ofrecen una mirada conmovedora y contundente donde la madera cobra vida y se transforma en relato, memoria y sentido de pertenencia. Más que una exposición, esta es una experiencia educativa y emocional”, comenta.

¿Quién es Zerreitug?

Zerreitug es el alias de Rodolfo Gutiérrez, quien utiliza su apellido al revés para firmar las obras que realiza desde hace más de cinco décadas. Comenzó creando figuras desde pequeño en distintos materiales, inspirado en las historietas de Themo Lobos. A los 20 años, ya se dedicaba exclusivamente a vender tallados a coleccionistas.

“Fue a finales de los años ‘70 cuando vi por primera vez los dioramas en los museos de New York y decidí contar la historia de Chile recreando sus principales sucesos en estas representaciones en miniatura”, recuerda. A la fecha, ha realizado 135 obras, ubicadas en estaciones del metro y museos a lo largo de todo Chile.

Su proceso creativo es tan minucioso como apasionado. Una figura de apenas 25 centímetros le toma cerca de dos semanas, mientras que un diorama de gran escala puede extenderse por 3 o 4 meses. “El del Abrazo de Maipú me demoró casi un año. Fue un desafío enorme porque tuve que tallar los jinetes y dividirlos en tres partes para después unirlos”, recuerda. Cada pieza es única, pero él insiste en que no tiene favoritas: “Son como mis hijos, los quiero a todos por igual”.

Detrás de cada escena hay también investigación y rigor histórico. En la fase previa, Zerreitug visita archivos, museos y lugares que luego se convierten en miniaturas realistas y cercanas. “Busco capturar la emoción de cada momento. Mis esculturas funcionan cuando el público se ve reflejado en ellas, cuando descubren que ese personaje o esa expresión es algo que los identifica”, cuenta.

Y aunque gran parte de su obra ya forma parte del paisaje cultural de Chile, la exposición de Lo Barnechea tiene un carácter especial: es la más grande que ha realizado, con piezas inéditas y un foco exclusivo en temáticas chilenas. Además, se monta en Lo Barnechea, comuna donde Zerreitug vive hace más de 50 años, y en donde recientemente fue declarado como hijo ilustre. “En mis obras busco entregar información sobre costumbres, ritos, vestuarios y detalles que construyen un relato convincente y emotivo. En cada escena hay pequeños guiños de humor que invitan a descubrir siempre un nuevo detalle”, asegura.

Su mayor orgullo es ver cómo sus dioramas se han convertido en un puente entre generaciones. “Muchas personas me dicen que cuando eran chicos su papá los tomaba en brazos para mostrarles mis obras en el Metro, y que ahora ellos hacen lo mismo con sus hijos. Esa conexión emocional es lo que más valoro”.

En “El alma de Chile”, el visitante podrá ver reunidas piezas de todas las épocas de su carrera, incluidas obras exclusivas pertenecientes a Lo Barnechea. Y si hay una colección que resume su mensaje, es la que realizó en los años ‘70 dedicada a los oficios tradicionales: el organillero, el chinchinero, el afilador de cuchillos. “Para mí, ahí está lo más representativo del alma de Chile”, asegura Zerreitug.

La exposición estará abierta desde el 10 de septiembre al 20 de noviembre, y podrá visitarse de manera gratuita en Espacio Arte del Centro Cívico de Lo Barnechea (Av. El Rodeo 12777, piso -1).

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