Por Diego González, CEO de Defontana
Aunque la banca es la industria que más invierte en la nube dentro de Latinoamérica –superando incluso al retail– y los servicios en la nube en el sector financiero están creciendo a tasas de un 37% anuales, según la consultora internacional IDC, este es un sector que todavía está al debe en materia digital. Así lo visibiliza el estudio “Digital Banking Maturity” de Deloitte: solo un 10% del sector a nivel global se encuentra en un nivel de madurez avanzado. Al mirar el caso de Chile, la evaluación es crítica: la banca estaría en un status de rezagado y adoptante digital, es decir, que se encuentra en una etapa de incorporación incipiente de nuevas herramientas y sistemas digitales para mejorar los procesos de trabajo y lograr objetivos de negocio.
Si bien es cierto, la pandemia aceleró la digitalización para poder mantener la operatividad e implementar el trabajo a distancia, los mayores progresos se han visto en lo que es atención al cliente: aplicaciones móviles, portales web, etc. No obstante, aún falta.
Seguir progresando en gestión documental y automatización de procesos, es fundamental porque la digitalización es un camino que no tiene retorno; por el contrario, es clave mantenerla vigente, debido a sus importantes ventajas. Entre ellas, la centralización de los datos, la inmediatez de la información, así como su trazabilidad, el abandono del uso del papel y el acceso desde cualquier lugar a través de cualquier dispositivo vía web.
Hoy, la tecnología está disponible para automatizar y optimizar la gestión financiera en su totalidad. Lo importante es la interoperabilidad de las soluciones, que puedan conversar entre ellas de manera nativa e idealmente de manera 100% web. El sector financiero puede implementar un ecosistema de soluciones digitales de gestión, tener acceso a múltiples soluciones y la oportunidad de conectarse con todo.
Otra herramienta fundamental que permite optimizar los procesos de la banca es la firma digital. Con ella es posible oficializar diversos documentos, ya sean contratos, finiquitos, permisos, anexos y más. Todo de manera rápida y sencilla de la que se guarda registro automáticamente. Así se gana tiempo y se mejora la productividad a través de la generación masiva de documentos.
De esta manera, el mayor desafío para este sector es la interoperabilidad, para lo cual es requisito encontrar un proveedor adecuado, serio, confiable, experto, que sea capaz de entregar soluciones de avanzada, interoperables y seguras. Esto último clave, ya que la ciberseguridad es otro de los grandes retos que tiene este sector para cuidar sus activos, así como los datos personales de sus clientes y cumplir con las nuevas normativas. Tener la convicción de que el apoyo tecnológico permanente es clave para avanzar y crecer, sin duda, es la llave para seguir avanzando en una completa transformación digital.
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