Con partidos que se juegan bajo la lluvia, el frío o el sol abrasador, el pasto sintético enfrenta un enemigo silencioso: el desgaste constante. Más allá del uso intensivo, la radiación UV, la humedad y los cambios de temperatura degradan con rapidez estas superficies.
Audax Italiano, Unión La Calera, Deportes Copiapó, San Luis de Quillota, Deportes Puerto Montt y, próximamente, Universidad Católica, son algunos de los equipos del fútbol chileno que utilizan pasto sintético, viéndose afectados por el notable desgaste de estas superficies. Frente a este desafío, una innovación tecnológica desarrollada en Asia promete marcar un antes y un después en la durabilidad de las canchas deportivas.
Tras tres años de investigación y desarrollo, BASF, empresa líder en innovación química, y la japonesa Hagihara Industries, especializada en fibras sintéticas, crearon hilos de poliolefina de alta resistencia para pasto sintético, lo que reduce significativamente su vulnerabilidad frente a las condiciones climáticas.
Estas fibras tienen el potencial de ser utilizadas en arenas deportivas, incluidos estadios de fútbol, campos de béisbol y canchas de tenis. De hecho, ya se encuentran en uso en el campo de entrenamiento del club Fagiano Okayama de la J-League japonesa, donde han demostrado su capacidad para mantener su color, flexibilidad y estructura incluso después de meses de uso exigente.
“El principal desafío en el desarrollo de esta tecnología fue aumentar la durabilidad de las fibras frente a la radiación UV y las temperaturas extremas”, dijo Norio Funakoshi, jefe de la Sección de Investigación Fundamental de Hagihara Industries, Inc.
Para enfrentar este reto, se incorporaron estabilizadores de luz, que son aditivos químicos diseñados para proteger los materiales frente a la radiación ultravioleta, transformando esa energía en calor inofensivo para el material. Estos ayudan a conservar la resistencia y prolongar la vida útil del producto. Sin esta protección, la exposición solar debilitaría los plásticos y reduciría su flexibilidad.
“Esta colaboración aborda las necesidades de nuestros clientes a través de la innovación continua y soluciones efectivas”, dijo Hazel Sprafke, vicepresidente de Gestión Global del Negocio de Aditivos Plásticos, BASF Asia Pacífico.