Destacando el rol de las mujeres se celebra este año el Día Internacional de la Montaña
· Chile resalta por tener gran parte de sus ecosistemas montañosos en áreas silvestres protegidas del Estado y por promover procesos de restauración a través de CONAF.
Con el lema “Las mujeres mueven montañas” se celebra este 11 de diciembre el Día Internacional de las Montañas y donde Chile destaca por ser uno de los países que tiene bajo protección sobre 10 millones de hectáreas, de las 47,8 millones de hectáreas que posee, en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), que administra la Corporación Nacional Forestal (CONAF).
El instaurar, por parte de la Organización de las Naciones Unidas, a las mujeres como centro en esta celebración tiene como objetivo el promover la igualdad de género y también el importante rol que cumplen en la conservación de la biodiversidad que resguardan los ecosistemas de montaña. Y por ello, en el caso de Chile, también resalta el rol que están jugando en los programas de restauración que promueve la CONAF a través de diferentes acciones como el Plan Siembra por Chile, o algunos de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales, como el +Bosques que se ejecuta junto a FAO.
Para el director ejecutivo de CONAF, Christian Little, este año “estamos relevando el importante rol que cumplen las mujeres en el resguardo de la diversidad biológica, siendo muchas de ellas quienes mantienen y transmiten las tradiciones ancestrales de sus pueblos o etnias, donde uno de los ejes centrales es el respeto y equilibrio con los recursos naturales. Así lo hemos entendido muy bien en CONAF y por ello en nuestros programas de empleo, por ejemplo, promovemos la igualdad de género”.
Cabe destacar que, a nivel mundial, las montañas albergan aproximadamente la mitad de la reserva de diversidad biológica del mundo y el 30 por ciento de las zonas clave de biodiversidad. También aportan el 60-80% del agua dulce en el mundo, sin la cual el desarrollo sostenible, cuya meta es eliminar la pobreza y el hambre, no sería posible.
En Chile las zonas de montaña constituyen un sustento fundamental para la vida y economía del país, y se calcula que estas representan una superficie de 47,8 millones de hectáreas de montañas, que corresponde al 63,8% del territorio nacional. En ellas se alberga la principal fuente de agua dulce para la población, así como una gran biodiversidad y servicios ecosistémicos asociados.
En relación a CONAF, esta forma parte de los estamentos del Estado del Consejo Nacional para las Montañas, constituido por 14 órganos del Estado vinculados con el cumplimiento de los objetivos de la Alianza para las Montañas en el mejoramiento de la calidad de vida de las poblaciones humanas en las montañas y gestión sustentable de los ecosistemas montañosos.
En este trabajo, se destaca el rol de CONAF por la importancia que los ecosistemas de montaña tienen al interior del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), donde se encuentran bajo su jurisdicción el 43% de los glaciares y el 83% de la superficie de hielo del país. Lo anterior se considera primordial de mantener y aumentar en superficie considerando que los glaciares chilenos están experimentando una reducción importante, pasando de 23.600 kilómetros cuadrados en 2014 a 21.600 en 2019. También hay una reducción importante en el espesor del hielo y existen antecedentes de que glaciares frente a Santiago están perdiendo hasta dos metros por año de profundidad.
Del número total de las 106 unidades que constituyen el SNASPE, 62 de ellas están de zonas de montaña, lo que representa una superficie de sobre 10 millones de hectáreas bajo protección, donde por ley, por ejemplo, se prohíbe “la corta, destrucción, eliminación o menoscabo de árboles y arbustos nativos en una distancia de 500 metros de los glaciares, medidas en proyección horizontal en el plano”.
En cuanto al trabajo de restauración en ecosistemas de montaña, impulsados por CONAF, uno de los que destaca es el realizado post incendios forestales en la precordillera andina de la Región de la Araucanía, donde el proyecto incluyó procesos participativos previos con las comunidades, trabajándose con comunidades indígenas, universidades, ONG, colegios, instituciones públicas, privadas, pequeños propietarios y propietarias, para recabar información sobre cómo enfrentar y realizar el proceso de restauración.
La meta inicial era restaurar 90 hectáreas y finalmente fueron 285, y a esta cifra se suman dos proyectos con la comunidad indígena de Quinquén, llegando a un total de 309 hectáreas restauradas.
Equipo Prensa
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